Nuevas normas de alcoholemia de la DGT: límites más estrictos en 2025

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido reforzar las medidas contra el consumo de alcohol al volante con una nueva normativa que reduce significativamente los límites de alcoholemia permitidos en España. Este cambio, que se implementará en 2025, busca disminuir los accidentes de tráfico relacionados con la ingesta de alcohol y aproximar la legislación española a la de otros países europeos con políticas más restrictivas.

Motivos del cambio en la normativa de alcoholemia

El consumo de alcohol sigue siendo una de las principales causas de siniestralidad vial en España. Según los últimos informes de la DGT, una gran parte de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico presentaban niveles de alcohol en sangre superiores a los permitidos.

Ante esta realidad, la administración ha decidido tomar medidas más drásticas, reduciendo los valores límite de alcoholemia con el objetivo de erradicar el consumo de alcohol entre los conductores.

Los nuevos límites de alcoholemia en España

Hasta ahora, la tasa máxima de alcohol permitida en España era de 0,5 g/l en sangre (o 0,25 mg/l en aire espirado) para conductores habituales, y de 0,3 g/l en sangre (0,15 mg/l en aire espirado) para conductores noveles y profesionales.

Con la nueva regulación, estas cifras se verán reducidas de la siguiente manera:

• Conductores en general:
  • Límite en sangre: 0,2 g/l (antes 0,5 g/l).
  • Límite en aire espirado: 0,1 mg/l (antes 0,25 mg/l).
• Conductores noveles y profesionales:
  • Límite en sangre: 0,2 g/l (antes 0,3 g/l).
  • Límite en aire espirado: 0,1 mg/l (antes 0,15 mg/l).

Estos cambios suponen un endurecimiento considerable de la normativa, lo que, en la práctica, implica que cualquier consumo de alcohol antes de conducir podría derivar en sanciones.

¿Cómo afectará este cambio a los conductores?

A partir de la entrada en vigor de esta medida, los conductores deberán extremar las precauciones, ya que incluso cantidades mínimas de alcohol pueden hacer que superen el nuevo umbral permitido.

Hasta ahora, era común que algunos conductores consideraran “seguro” beber una copa de vino o una cerveza antes de conducir sin superar los límites. Sin embargo, con esta nueva regulación, incluso un consumo moderado podría suponer una infracción.

Además, la tolerancia al alcohol varía según factores individuales como el peso, el metabolismo, el sexo o la cantidad de comida ingerida, lo que hace aún más arriesgado consumir cualquier cantidad antes de conducir.

Países europeos con límites similares

España sigue la línea de países como Suecia, Noruega o Polonia, que tienen umbrales de 0,2 g/l en sangre, y de otros como Eslovaquia, República Checa y Hungría, donde el límite es cero absoluto.

Las estadísticas de estos países muestran que la reducción del límite de alcoholemia ha tenido un impacto positivo en la reducción de la siniestralidad vial, lo que refuerza la justificación de la medida adoptada por la DGT.

Sanciones por superar los nuevos límites

Las multas y penalizaciones por conducir bajo los efectos del alcohol seguirán siendo estrictas. En función del nivel de alcoholemia detectado, se pueden imponer:

• Multas económicas que van desde 500 a 1.000 euros.
• Pérdida de puntos del carnet de conducir, con sanciones de 4 a 6 puntos según la cantidad de alcohol detectada.
• Posibles penas de prisión en casos de tasas muy elevadas o reincidencia.

El objetivo de estas sanciones no es solo castigar a los infractores, sino también reforzar el mensaje de que no se debe consumir alcohol si se va a conducir.

Implementación de la nueva normativa y campañas de concienciación

La DGT prevé que la aplicación de esta nueva normativa se realice de manera progresiva a lo largo de 2025, tras la aprobación definitiva de la ley en los próximos meses.

Como parte de su estrategia de seguridad vial, la DGT reforzará los controles de alcoholemia en carretera, aumentando su frecuencia y cobertura en distintas zonas del país. Además, se pondrán en marcha campañas informativas para sensibilizar a la población sobre la importancia de la conducción sin alcohol.

Conclusión: una conducción más segura para todos

El endurecimiento de los límites de alcoholemia es una medida orientada a reducir el número de accidentes de tráfico y proteger la vida de conductores y peatones.

Con esta nueva normativa, la DGT deja claro que no hay un consumo de alcohol seguro cuando se conduce. La única opción 100% segura es no ingerir ninguna cantidad de alcohol antes de ponerse al volante.

Si la medida logra reducir la siniestralidad, España podría seguir avanzando hacia una política de tolerancia cero, como ya ocurre en otros países europeos. Hasta entonces, los conductores deberán adaptarse a este nuevo escenario, en el que cualquier cantidad de alcohol puede suponer una sanción y, lo más importante, poner en riesgo su seguridad y la de los demás.